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El rastreo es una forma de acercarnos a los animales con los que convivimos. Sus recorridos, sus esfuerzos para conseguir alimento, sus escaramuzas, el afán por la territorialidad, sus formas de aseo, hasta sus muestras de alegría. Todas sus actividades pueden quedar recogidas en cualquier elemento que haya tenido la oportunidad de ser testigo del comportamiento de la fauna. Esos testigos nos pueden revelar sus secretos: no sólo la especie que vieron, también qué estaba haciendo, qué motivaciones tenía, qué sabía hacer para satisfacerlas.

Para interpretar sus secretos necesitamos seguir aprendiendo siempre. Por supuesto, sobre la forma de sus patas, dientes, alas, huevos... todo lo referente a sus formas. Pero también son necesarias sus costumbres, y las excepciones a esas costumbres: cuando cambia el hábitat, las condiciones meteorológicas, el tipo de presencia humana...

Rastrear significa seguir aprendiendo.
Es una motivación más para consultar bibliografía, a otras personas, compartir salidas de campo, fotos, y, por supuesto, rastrear supone sorprenderse cuando descubres algo que no te esperabas, pero que las señales indican que sí, ¡ha pasado este animal por aquí!, ¡y ha hecho esto, no me lo puedo creer!

28 mar 2016

Trepador azul

Las generosas nevadas de este invierno han sido sin duda uno de los mejores regalos que un amante de los rastros puede tener. Poco a poco iremos compartiendo todos los aprendizajes que este precioso invierno nos ha regalado. De momento, vamos a ver como son los rastros de este simpático amigo que revolotea y trepa por los bosques:el trepador azul (Sitta europaea).







1. Presentan cuatro dedos con uñas fuertes en cada pata.

2. Los dedos II, III y IV están muy apretados entre sí.

3. El dedo I, como en otras aves, se encuentra alineado con el dedo II, de modo que aparentemente está desplazado hacia el centro del ave.

4. La medida de las huellas es de 45-50 mm., y la medida entre las patas de unos 25-30 mm.

5. Lo más bonito y característico (a mi parecer) es su modo de desplazarse, ya que lo hace dando pequeños saltitos regulares y cambiando de orientación en cada salto.  Si juntamos el aspecto tan esbelto de sus huellas con ese patrón de paso, podremos apreciar que un rastro muy peculiar.







Los trepadores hacen sus nidos con pedacitos de hojas, algunas plumas y restos de cortezas, normalmente en agujero de un árbol o incluso en cajas nido. Muchas veces, reducen la entrada con barro para protegerlo de depredadores o evitar que entren aves más grandes.




Nido de trepador modificado con barro para disminuir el tamaño de la entrada..

4 mar 2016

Curso de rastreo en Villaviciosa

                   Curso de rastreo Febrero 2016

Aquí os dejamos unas imágenes del pasado curso en Villaviciosa.

Todos los cursos tienen algo especial, en este concretamente quisiera decir que me ha encantado el tipo de grupo, profesionales y estudiantes, gente muy de campo y con mucha intuición y repetidores e incluso tripitidores.
Sin duda, la mejor parte la práctica del domingo. Impresionante la cantidad y la variedad de rastros que pudimos ver en aquel trocito de playa. Yo desde luego, me lo pasé como una cría pequeña.


Análísis de un precioso rastro de garduña playera

 Rastros para todos los grupos



Si antes hablamos de la lechuza....

Rastros de mirlos en el barro