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El rastreo es una forma de acercarnos a los animales con los que convivimos. Sus recorridos, sus esfuerzos para conseguir alimento, sus escaramuzas, el afán por la territorialidad, sus formas de aseo, hasta sus muestras de alegría. Todas sus actividades pueden quedar recogidas en cualquier elemento que haya tenido la oportunidad de ser testigo del comportamiento de la fauna. Esos testigos nos pueden revelar sus secretos: no sólo la especie que vieron, también qué estaba haciendo, qué motivaciones tenía, qué sabía hacer para satisfacerlas.

Para interpretar sus secretos necesitamos seguir aprendiendo siempre. Por supuesto, sobre la forma de sus patas, dientes, alas, huevos... todo lo referente a sus formas. Pero también son necesarias sus costumbres, y las excepciones a esas costumbres: cuando cambia el hábitat, las condiciones meteorológicas, el tipo de presencia humana...

Rastrear significa seguir aprendiendo.
Es una motivación más para consultar bibliografía, a otras personas, compartir salidas de campo, fotos, y, por supuesto, rastrear supone sorprenderse cuando descubres algo que no te esperabas, pero que las señales indican que sí, ¡ha pasado este animal por aquí!, ¡y ha hecho esto, no me lo puedo creer!

18 feb 2013

RATA CAMPESTRE (Rattus rattus)

La ratas zona animales muy abundantes y que se mueven mucho. Es común encontrar huellas de rata en las orillas de cualquier lugar donde el sustrato lo permita: en márgenes de ríos, bordes de caminos, casas en ruinas, etc.

Las huellas de rata pueden confundirse con las de comadreja y, si el sustrato no es muy bueno, se marcan sólo parcialmente y no tenemos un patrón de paso bien definido, podemos tener serios problemas para llegar a una conclusión.



 Veamos los aspectos más característicos de las huellas de rata:

   1- La rata tiene cinco dedos en los pies y cuatro en las manos.
   2- La huella del pie se caracteriza (como en otros roedores) por presentar los tres dedos interiores casi en paralelo y los dos exteriores casi perpendiculares a la dirección de la huella.
   3- Presenta varias lobulaciones pequeñas y separadas, tanto en manos como en pies.
   4- Suele moverse a un paso muy rápido o casi trotando. Si seguimos el rastro, enseguida se puede llegar a apreciar que el patrón de paso es muy irregular. Esto se debe a su carácter nervioso, se para continuamente a olisquear y cambia de dirección con mucha facilidad.
   5- El tamaño de la huella suele rondar 1 cm de ancho por 1,3 cm de largo en los pies. Las manos son más pequeñas y suelen rondar los 7 u 8 mm.
  6- Tienen los dedos alargados y finos.


Escucha a la rata negra
 

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