Huellas de Milano
Es gratificante ver como con el paso de los años las huellas de la animales que antes te parecían casi imposibles de identificar y demasiado escasas como para llegar a aprender de ellas, se convierten en algo habitual e inconfundible. Llegan a formar parte de los charcos o de la arena como algo casi cotidiano y es entonces cuando miras atrás y te acuerdas de las horas y horas detrás de aquellos milanos a ver si con suerte, alguno se posaba en lugar susceptible de ser modificado, de una manera que se apreciara la preciosa marca de sus huellas. Todas estas cosas y algunas más hacen que el campo nos cuente continuamente de lo que ocurre y lo que ha ocurrido y nos enriquece.
Existen ligeras y muy sutiles diferencias entre las huellas de un Milano negro y las de un Milano real, tan sutiles y ligeras que ni siquiera aun me voy a molestar en intentar explicar. Quizás ni siquiera pueda.
De este modo, veremos las huellas de ambos milanos juntas; con sus características en común.
Aunque normalmente estamos acostumbrados a disfrutar de ellos en vuelo o posados, son aves que cuando bajan a comer o beber tienden a dar pequeños paseos.
Se pueden encontrar huellas de milano en cualquier charco, pista forestal, escombrera, sembrados....
Como casi todas las aves, son amantes de los buenos baños y los necesitan, por todo esto no es raro encontrar sus huellas allá donde habiten.
HUELLAS DE MILANO
- Poseen 4 dedos con lobulaciones bien marcadas y uñas fuertes bien marcadas.
- El tamaño aproximado teniendo en cuenta las diferencias entre sexos y especies de unos 8, 5 cm.
- El dedo III es con diferencia el más largo, seguido del IV y el I y dejando el dedo II apreciablemente más corto.
- La disposición de los dedos en muy característica pero también variable. El dedo I puede aparecer recto cuando se desplaza paseando o inclinado hacia el exterior sobre todo, si acaba de posarse. Digamos que parece que lo inclinar para equilibrarse en caso de necesitarlo. El dedo IV puede llegar a tener un ángulo de apertura de casi 90º grados aunque también puede aparecer mucho más pegado al dedo III.
- El dedo I posee un lóbulo muy regordete que junto a la disposición inclinada puede hacer parecer que el dedo está totalmente torcido, esto quizás sea lo más característico en las huellas de milano.
- Se desplazan a pasos con las patas un poco separadas dejando así la impresión de sus huellas una detrás de otras pero sin llegar a estar alineadas.