Alcaudón dorsirrojo
(Lanius collurio)
(Lanius collurio)
Entre espigas y espinos, sembrados y cosechados pasan los días de verano con los campos cargados de verdes, amarillos y violetas de cardos en flor.
Y así son las cosas, sales por la mañana con la decisión de buscar rastros de sapo pero se te cruzan y se te cruzan sin parar los preciosos alcaudones.
También quiero resaltar que aunque he podido disfrutar de la presencia de los tres tipos de alcaudón que tenemos en la Península ( sin tener en cuenta Alcaudón chico), dedico esta entrada al dorsirrojo ya que ha sido el más generoso en rastros.
Los alcaudones son muy llamativos por su colorido, no son nada tímidos y además son muy ruidosos, por lo que no resulta complicado percatarse de su presencia.
Tienen por costumbre empalar algunas de sus presas en las ramas de los espinos, en las de los rosales silvetres o en los alambres de vallas.
Empala una lombriz en la espina de un endrino mientras sujeta la otra con sus patas. |
A la izq huellas de Andarríos grande y la drch huellas de Alcaudón dorsirrojo.
Sus huellas pueden ser confundidas casi con las de cualquier "pajarito" sobre todo con las de algún piquituerto y otros alcaudones pero, por supuesto, tienen caracteres diagnósticos y se pueden llegar a identificar con algo de experiencia y sobre todo, complementando con otros indicios:
1. Miden unos 3,4 cm de longitud.
2. El dedo I es especialmente corto si lo comparas con las huellas de otros " pequeños pajaritos".
3. Uñas gruesas tirando para cortas.
$. Los dedos II, III y IV están orientados hacia delante presentando un ángulo muy cerrado entre ellos (tipo trepador azul).
Cerca de sus posaderos o las despensas se pueden encontrar, si tienes suerte, sus egagrópilas que muchas veces se quedan entre las ramas y la hierba y terminan por disgregarse antes de caer al suelo. Otras veces son lanzadas desde tan alto que no se encuentra nada mas que restos de escarabajos y algún huesecillo.
Pues esto es todo por ahora y aquí os dejo estas imagenes de un precioso pollo de Alcaudón dorsirrojo.
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Esta entrada se la debo, como tantas veces, a mis pequeños vecinos, los animales del vallecito donde vivo.